miércoles, junio 06, 2007

Primera Visita al Doctor. Semanas 1-8

Hoy nuestro bebecito tuvo su primer viaje al doctor. Pudimos tomarle unas cuantas fotos, gracias a la asombrosa tecnología de hoy. En la primera imagen está de lado. Mide aproximadamente 2.8 cm., así que podría caber dentro una nuez. Se puede apreciar su cabeza a la izquierda, una de sus manos en la parte central, y su espalda en la parte inferior. Los dos signos positivos “+” en color lila fueron utilizados para medir su longitud resaltada con la elipse del mismo color.
Sonograma1


En la segunda imagen, se ve al bebé desde arriba y se pueden percibir su cabeza, su cuerpo y sus brazos y manos. Si posicionan la flecha del ratón sobre las regiones adecuadas verán una etiqueta indicando la sección respectiva. Aunque es más difícil de observar en esta imagen, también está allí su corazón, debajo de su cabeza (virtualmente transparente).

CabezaMano DerechaMano IzquierdaCuerpoBrazo DerechoBrazo Izquierdo


Poco después de la fertilización, el óvulo comenzó su travesía hacia el útero de Caryn. Cerca de 30 horas después se dividió en dos por primera vez. Este proceso de división continuó durante su viaje, resultando en 4, luego 8, entonces 16 células, y así sucesivamente [1]. Al cabo de siete días se estacionó en la superficie del útero, neutralizando parcialmente el sistema inmunológico de Caryn, de manera casi mágica, para no ser confundido con un elemento extraño y entonces ser atacado por sus defensas.

Al comenzar la tercera semana nuestro bebé no era más grande que la cabeza de un alfiler. Asombrosamente, sus células empezaron a cambiar su patrón de reproducción, asumiendo ahora funciones más especializadas relacionadas con los órganos respectivos que se desarrollan progresivamente. ¿Quién les dice cómo comportarse y desde qué momento? “Todo ha sido creado por medio de El y para El [Jesucristo]” (Col. 1:16c).

De una sola célula se forman primero miles y luego millones de células, construyendo incrementalmente el sistema nervioso, el cerebro, el sistema cardiovascular, los ojos (todavía ciegos), los oídos (todavía sordos), los huesos (aún como cartílagos), los músculos… Todas las células serán un día parte de un órgano que es en sí mismo un subsistema de complejidad indescifrable.

Estamos apenas en la octava semana después de la concepción, y nuestro bebé ya tiene posicionados la mayoría de sus órganos. Sus manos y pies se extienden de su cuerpo, sus orejas se aproximan a su forma definitiva, ya se percibe la punta de su nariz. Las células sensitivas a luz de su retina se han formado y las conexiones nerviosas de la retina hacia su cerebro han sido establecidas. Dentro su boca ya tiene paladar y su lengua ha desarrollado las papilas gustativas. El corazón y pulmones están separados de sus intestinos por el diafragma y su estómago es todavía una versión en miniatura de lo que un día llegará a ser. Tan sólo ocho semanas pero su cuerpito ya tiene forma humana. Nuestros corazones rebosan de gratitud a Dios.


[1] Los datos científicos están basados en el libro “En el Vientre” de Peter Tallack. La imagen de división celular es de http://www.choicetolivewith.com/FetalDevelopment/week1.html

lunes, junio 04, 2007

Concepción Milagrosa - Día 1

Imagina que estás junto a millones de personas corriendo esforzadamente para ganar el premio mayor. Todos parten del mismo lugar, pero mientras avanzan rumbo a su destino final muchos van desmayando en el camino, algunos por cansancio, otros por deshidratación y otros caen tropezando u obstruyéndose mutuamente. La meta sólo está a un par de kilómetros, pero no todos podrán llegar a ella.

Alrededor del ÓvuloSimilar es la experiencia de los espermatozoides cuya misión es alcanzar el óvulo para fertilizarlo. Aunque la distancia que deben recorrer es de apenas unos centímetros, cada uno debe navegar un trayecto equivalente a 2'000 veces su propia longitud, atravesando un entorno hostil, apremiados por el reducido tiempo con que cuentan para cumplir su misión (aproximadamente 48 horas) [1]. Millones son dejados atrás hasta que finalmente algunos vislumbran el proporcionalmente descomunal óvulo de 90'000 veces su propio tamaño. Tan sólo unos cientos de competidores llegan a esta instancia, y ahora se preparan para la prueba final. Sólo uno podrá fusionarse con su contraparte femenina.

El óvulo esta protegido por una pared que bloquea la entrada de los espermatozoides. Ellos realizan un ataque químico masivo, tratando de perforar la envoltura. Atravesando la pared externaUsualmente, sólo uno podrá ganar el premio mayor y no existen trofeos de consuelo para el resto. Una vez que el vencedor ha logrado escabullirse adentro, una reacción química transforma la fortaleza externa del óvulo tornándola impenetrable. El espermatozoide pierde su cola y su núcleo alcanza el núcleo de la célula sexual femenina. Los dos se unen y fusionan gradualmente para formar una sola unidad (Génesis 2:24). El material hereditario del padre y la madre se combinan produciendo una identidad genética única que nunca existió antes y que jamás se repetirá. El extraordinario milagro de la concepción ha tomado lugar.

Miles de preguntas vienen a mi mente al leer sobre la concepción. Es un proceso tan increíblemente complejo. Los avances científicos nos ayudan para que podamos entenderlo un poco mejor y quedar totalmente pasmados ante semejante maravilla. ¿Cómo saben los minúsculos espermatozoides a dónde ir? ¿Cómo saben su misión? ¿Cómo reconocen al óvulo que nunca antes les ha sido presentado?

En su misericordia, Dios nos ha permitido reconocer su inconfundible firma en este grandioso proceso. Él lo ha conceptualizado, diseñado y lo ejecuta con precisión inigualable cada vez que un niño es concebido.

No, no piensen que he decido cambiar de carrera y estudiar biología. Solamente quería saber más acerca de cómo Dios está formando las entrañas de nuestro bebé, del bebé que nos ha regalado y que está creciendo en el vientre de mi amada Caryn… Dios mediante, al comenzar el 2008, ¡nuestro bebecito verá la luz!

Salmo 139:13-17
Porque tú formaste mis entrañas;
me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho;
maravillosas son tus obras,
y mi alma lo sabe muy bien.
No estaba oculto de ti mi cuerpo,
cuando en secreto fui formado,
y entretejido en las profundidades de la tierra.
Tus ojos vieron mi embrión,
y en tu libro se escribieron todos
los días que me fueron dados,
cuando no existía ni uno solo de ellos.
¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán inmensa es la suma de ellos!



[1] Los datos científicos están basados en el libro “En el Vientre” de Peter Tallack. Las imágenes son de http://www.choicetolivewith.com/FetalDevelopment/week1.html