domingo, diciembre 28, 2008

Fotos de Navidad 2008 en California

Caryn, Anna, Jose, Dave, Shannon, Bob, Carolyn


Annita



domingo, octubre 26, 2008

De Anna Carolina para Mami Caryn

Ayer Caryn tenía una reunión en la iglesia toda la mañana, así que yo me quedé a cargo de Annita. Juntos hicimos una carta de agradecimiento para su mamá.
De Anna Carolina para mami Caryn:

Querida mamita,

Hoy desperté y no estabas en la casa. Pasaron muchas horas y no te encontraba. No me diste mi lechecita de la mañana. Mi papi me dio comida, pero aún así te extrañé. Esto me hizo pensar en lo agradecida que estoy por ti mamita. Gracias por levantarte en las noches y consolarme cuando no puedo dormir. Gracias por mantenerme abrigadita para que no me haga frío. Por ponerme un pañal limpio antes de ir a la cama, por revisarme para ver si necesito ser cambiada. Gracias por tu leche rica que me das cada día para que crezca sana y fuerte, por pasar el tiempo conmigo alimentándome, cuando podrías estar haciendo otras cosas. Gracias por quedarte conmigo en la casa para cuidar de mi, por renunciar a tu trabajo para estar conmigo, por no ponerme en una guardería (estaría tan triste sin ti mamita). Muchos bebés no tienen este privilegio de estar con sus mamás, porque ellas prefieren trabajar o porque no tienen otra opción, pero yo estoy a tu lado todos los días… wow, ¡qué gran regalo de Dios!

Gracias por bañarme y mantenerme limpiecita (si mi papá estuviera a mi cargo estaría cochinita todo el tiempo). Gracias por llevarme contigo a pasear, caminar y correr, por jugar conmigo y enseñarme a aplaudir y gatear y tantas cosas divertidas. Gracias por prepararme comida riquísima que me gusta tanto (no se por qué a mi papi no le gusta el tofú, mezclado con zanahoria y palta, si es la mejor combinación). Gracias por llevarme al doctor y cuidarme cuando estoy enfermita, para pasar noches de desvelo a mi lado, por comprarme medicina y controlar mi temperatura, gracias por consolarme y ser paciente conmigo cuando no me siento bien

Gracias por hablarme de Dios y enseñarme acerca de su grandeza y su poder, por catarme canciones acerca de Él. Por levantarte temprano para tú poder saber más de Él y luego contarme. Gracias por interceder por mí y orar por mi salvación constantemente. ¡Gracias a Dios por darme una mamá como tú!

Ay mamita, te extraño tanto, espero que vuelvas pronto. Me gusta estar con mi papá, pero no es igual que estar contigo y estoy tan feliz de que ya volverás.

Te quiere muchísimo tu hija Annita


domingo, septiembre 14, 2008

Trabajando y viviendo para la gloria de Dios

Lo que realmente importa en la vida

Hoy estaba conversando con Dios mientras caminaba por una senda rodeada de lindos árboles verdes. Fue un tiempo que me ayudó ha poner las cosas en perspectiva nuevamente.

Había estado pensando en cómo podría tener más libertad económica para servir al Señor a tiempo completo si es que se presentara la oportunidad.

El Señor me dijo: “¿Para qué quieres tener libertad económica?”

-          “Para tener más tiempo”

-          “¿Para qué más tiempo?”

-          “Para poder servirte. Para poder cuidar de tu gente, y leer sobre tu palabra. Para preparar mensajes y predicar acerca de tu evangelio”

-          “¿Y qué estas haciendo ahora?”

Estaba ciego ante lo que parece obvio. Ya estoy sirviendo de esa manera a Dios. Me ha dado un trabajo que puede pagar lo que mi familia y yo necesitamos, y al mismo tiempo me permite servir en la iglesia junto con mi esposa e hijita.

Muy fácilmente dejo de ser agradecido por lo que tengo y me empiezo a preocupar de lo que no tengo, cuando HOY el Señor me ha provisto de lo necesario y aún más, mucho más.

Es cuando empiezo a alejar mi mirada lejos de Dios, cuando me distraigo y pierdo dirección, pensando que puedo hallar la felicidad en otras cosas, aún cuando éstas tengan una apariencia piadosa. No es mi actividad (como informático o como pastor) que trae gozo y felicidad a mi vida, sino la magnífica realidad de haber nacido de una semilla incorruptible y haber sido encontrado por Dios, aún cuando mi inclinación natural era ser su enemigo. Él me dio vida y la potestad de ser llamado hijo de Dios para siempre.

Cuando reconozco mi completo inmerecimiento de su amor y su misericordia, es cuando una vez más vuelvo a comprender que mi vida no depende de lo que hago o en qué trabajo. Toda mi vida le pertenece a Él. Si trabajo construyendo programas computacionales o administrando la iglesia, mi gozo siempre será hallado en la Cruz donde el Príncipe de Gloria se humilló dando su vida por un insignificante rebelde…

Empecé mi caminata con un rostro pensativo y taciturno y volví cantando alabanzas de gratitud por su amor inescrutable.

lunes, septiembre 08, 2008

¡Feliz Cumpleaños Caryn!

Mi linda princesita de ojos conquistadores,

Este es el segundo año que celebramos tu cumpleaños después de habernos casado. He estado meditando últimamente en las múltiples alegrías y dicha que traes a mi vida y quisiera mencionar algunas de ellas por escrito.

Sin lugar a dudas, la cualidad que más admiro en ti y que más bendiciones ha producido en nuestro matrimonio es la clara determinación que Dios te ha otorgado de centrar tu vida en Él y la verdad de su Palabra. Todos los beneficios adicionales fluyen de este principio fundamental. Me llena de alegría saber que estás a mi lado, corriendo en la misma dirección, buscando vivir para la gloria de Dios en todas las esferas de nuestra existencia, en respuesta a la extraordinaria gracia inmerecida que nos ha sido concedida a través de la obra perfecta de Jesucristo, quien derramó su sangre en nuestro lugar de modo que podamos ser declarados justos delante del Padre, y aceptados por Él para servirle con gratitud por la eternidad.

Me anima verte día a día, temprano en la mañana, esforzándote en la gracia de Dios para aprender más de Él por medio de su Palabra. Gracias por no conformarte a las falsedades de este mundo pasajero, sino el buscar ser transformada en el espíritu de tu mente, para caminar tu día informada en tu corazón por las verdades inmutables que nuestro Dios ha comunicado y ha dejado registradas en la Biblia.

Gracias por no pretender falsamente haber llegado donde no estás. Por buscar crecer en las áreas de tu vida donde Dios está trabajando activamente con su diestra de amor. Por no esconder tus temores, sino exponerlos a la luz para que sean disipados por los calmados vientos de la Escritura. Gracias por acudir humildemente a mí en busca de ayuda. Por abrir tu vida a los hermanos y hermanas que Dios ha provisto en tu vida, pidiendo consejo y sabiduría. 

Gracias por tus constantes palabras de ánimo. Por ser diligente en apuntar la gracia de Dios en mi vida, por ayudarme a discernir los dones que Dios está desarrollando para su gloria. Gracias por recordarme las promesas de Dios cuando me siento abrumado por las tinieblas y la oscuridad de mi corazón. Gracias por no ignorar mi pecado, sino ayudarme a verlo a la luz de la cruz. Por proveer firmeza anclada en los testimonios eternos durante mis tormentas internas. Por apuntar hacia su Majestad en medio del valle de sombra de muerte. Por cuidar mi salud en medio de la enfermedad. Por alimentarme cada mañana, tarde y noche nutritiva y deliciosamente. Por incentivarme a hacer ejercicio cuidando mi cuerpo, templo del Espíritu. 

Por ser un ama de casa diligente, que administra el hogar con excelencia, buscando construir y mantener nuestra casa como un sitio agradable y placentero para vivir, y acogedor para los visitantes. Gracias por ser hospitalaria, renunciando a tu comodidad para abrir las puertas en bienvenida a los demás.

Como madre, eres ejemplar. Tu amor por Annita es admirable. Le sirves incansablemente en todas las áreas de su vida. Le nutres, física y espiritualmente. Mi corazón reboza de gozo cuando te escucho enseñarle acerca de Dios y de su necesidad de un Salvador, cuando oras con ella y por ella. Cuando buscar formas de ayudarle a desarrollarse física, mental, y emocionalmente. Gracias por proveerle de alimentos nutritivos diariamente. Gracias por invertir tu tiempo, tus energías y tus dones en ella. Un día ella podrá expresar por sí misma su gratitud por ti. 

Gracias por obedecer con alegría a Dios, cumpliendo el rol al cual Él te ha llamado como ayuda idónea de tu esposo y madre de tus hijos. Por confiar en que Dios me guiará como cabeza y líder de nuestro hogar. Por no solamente aceptarlo, sino apoyarme incondicionalmente en mi rol como cabeza de familia, siendo ejemplar en tu amor y respeto por mí, expresado tanto en público como en privado.

Gracias por tu amor por la iglesia. Por querer servir en ella con tus dones. Por tener compasión por las personas. Por extenderles gratuitamente amor y cariño. Por involucrarte activamente en las relaciones de amistad que Dios ha suministrado en su soberanía. Por renunciar a la comodidad de asistir a una iglesia donde se habla tu idioma nativo, esforzándote por entender la lengua, las costumbres y las idiosincrasias de los latinos.

Mi amor, confío en que a través de estas breves palabras, sea para ti evidente la abundante gracia de Dios eficazmente trabando en tu vida, y que al contemplarla puedes ser animada en tu ser. También espero que mis palabras comuniquen, aunque sea parcialmente, mi gratitud a Dios por tu vida y por el día que Él hizo que nacieras en la tierra. ¡Feliz cumpleaños!

¡Te amo!

miércoles, marzo 19, 2008

Memorias de un hijo agradecido – Carta a mi Padre

¡Hola papi Roli!

Papi RoliAl reflexionar en el día del Padre, un caudal de memorias inunda mi mente, refrescando imágenes tuyas en diferentes etapas de mi vida como tu hijo.

De los años de mi niñez, recuerdo la diversión que teníamos juntos jugando con la variedad de regalos que me diste. Algunos de ellos debieron ser muy caros, porque seguramente eran importados. El primero que viene a mi mente es el autodromo con los autos blanco y rojo tipo formula 1. Cómo pasábamos horas acelerando y viendo los autos recorriendo la pista incansablemente una y otra vez. Luego adicionaste partes para poder tener una pista en forma de 8. Aún hasta hoy no he vuelto a ver en una casa un autodromo con autos tan grandes.

También recuerdo un tren eléctrico, un par de patines, una bicicleta Caloi, un skate-board, aviones de plástico a escala, el PlayMobil, el Mecanno, el Atari … wow, cuánto me mimabas, ¿no? Pero ya sabes que entre mis favoritos estaban los aviones de madera valsa y el laboratorio de aeronáutica, con todos sus experimentos y cohetes, aviones y globos de helio. Pasábamos horas en el taller, diseñando, cortando, pegando y ensamblando los modelos y luego saliendo a probarlos, ¡qué gran diversión!

Pero todavía hay mucho más que recibí de ti. También estuviste conmigo en mis momentos de debilidad física, grandes y pequeños, en operaciones y varias visitas médicas y aún extracciones molares. Recuerdo esa vez que tuve intoxicación digestiva. Me sentía extremadamente débil y tú me ayudabas no sólo a caminar, sino que también estabas a mi lado sosteniéndome y dándome ánimo mientras vomitaba miserablemente una y otra vez. Cuando me rompí el tobillo, tú me cuidaste, me llevaste en el auto, me cargaste y hasta me bañaste debido a mi incapacidad de poder hacerlo por mí mismo.

Cuando trabajabas en Yacimientos me gustaba subir en el ascensor hasta el piso 10, donde estaba tu oficina, y ver las pantallas mostrando ondas oscilantes, las baterías, los transformadores, las fuentes de poder, testers, herramientas y otro montón de aparatos extraordinarios. Alguna vez me llevaste en un viaje de trabajo camino al lago, donde pasamos la noche en una casa blanca donde los trabajadores estaban explorando el altiplano en busca de gas o petróleo. Me placía decir que mi papá era “Técnico en Radio-Comunicaciones”. Pero, después de años de trabajo (¿12?) te dijeron que debías trasladarte a Bermejo o algún lugar recóndito del sur del país. Podrías haberte dejado dominar por el temor a no encontrar trabajo o empezar desde cero, pero tu familia era más importante y el Señor te dio fe y valentía para renunciar y no dejarnos en La Paz o llevarnos a todos, arrancándonos de todo lo que conocíamos y estimábamos. Y luego el Señor te bendijo con un grandioso nuevo trabajo.

Con mi adolescencia llegaron años de tinieblas, desobediencia y rebeldía. Una vez, exploté en enojo y te grité faltándote el respeto, pero tú no respondiste a mi insensatez, sino que extendiste gracia, y luego me llevaste a pasear para conversar en paz conmigo, ¡qué ejemplo de humildad! Otra vez, dejé que mis emociones me dominaran nuevamente, pero tú respondiste en amor una vez más, y me ayudaste a trabajar en el escritorio de madera que estaba construyendo, mientras dejabas que mi exasperación se disipara. Por años y años, tuviste paciencia conmigo, mientras yo me sublevaba en mi necedad en contra de ti, mi mami y Dios. Debieron ser años difíciles, al verme perdido en mi pecado y miseria.

Tiempos de incertidumbre retornaron y te viste una vez más sin trabajo. Me conmueve pensar que en medio de mi rebeldía, tú decidieras compartir conmigo los escasos recursos con que contabas para que yo pudiera terminar la universidad. Me regalaste una cantidad de dinero de modo que yo me concentrara en acabar mi carrera. Sin ellos, yo hubiera tenido que dejar los estudios para empezar a trabajar, pero una vez más me enseñaste con tu ejemplo acerca del amor sacrificial de un padre.

Sin embargo, tu devoción como padre y proveedor no se detuvo allí. Dejaste atrás tu posición privilegiada y te doblaste las mangas para trabajar instalando medidores, madrugando cada fría mañana, viajando largas distancias para poder traer el pan de cada día a nuestro hogar. Recuerdo claramente la dificultad de las circunstancias: el tener que competir con otros para obtener una instalación, el utilizar tus propios recursos, movilidad y herramientas, el desgaste físico y emocional, todo para ganar unas cuantas monedas al final del día, cada día, día por día... Posiblemente trabajabas más duro que antes, pero ganabas muchísimo menos. Aún así, lo hiciste, para proveer nuestro sustento con el sudor de tu frente, para que mi mami, yo y mis hermanas tuviéramos comida y vestido. Con tu ejemplo, me ensañaste cómo un verdadero hombre de Dios debe asumir su responsabilidad como cabeza de hogar. Eso no se puede aprender ni experimentar en ningún seminario o escuela, pero tú lo modelaste para mí. ¡Gracias, gracias, gracias papito! No puedo contener mis lágrimas de gratitud a Dios por otorgarme un padre como tú. Y en este día deseo honrarte y agradecerte por las innumerables formas en que me mostraste tu cariño y afecto y por enseñarme a través de ejemplos tangibles sobre el amor de nuestro Padre Celestial

¡Feliz día del Padre, papito!

domingo, febrero 10, 2008

Aventuras de un padre inexperto

Después del nacimiento de Annita, volvimos a casa y yo tuve que llevar el auto al mecánico. Tenía que esperar un par de horas mientras lo reparaban, así que me puse a pensar cómo podía emplear mi tiempo. Cerca había un centro de ventas con muchas tiendas. Pero, como la mayoría de los hombres, ir de compras no estaba en mi lista de prioridades. Sin embargo, Annita era muy pequeñita, y aunque tenía muchas prendas de vestir, todas le quedaban grandes. Así que era mi oportunidad de comprarle ropa. Una vez en el centro no sabía dónde ir, y cuando finalmente encontré la tienda adecuada, no tenía ni idea dónde empezar ni cómo determinar su talla. Era el único hombre en la sección de bebés esperando que toda mi educación académica valiera de algo en este crítico momento. Después de un par de horas, volví orgulloso a casa con varias bolsas llenas de ropa, pero cuando intentamos vestir a la chiquitita me di cuenta que mis elecciones no habían sido tan acertadas como yo jactanciosamente suponía. Por ejemplo, afligido descubrí el gran desafío que significaba ponerle una linda camiseta rosada con cuello de tortuga mientras ella chillaba temblando y retorciéndose de frío, a la vez que su desalmado padre la torturaba despiadadamente... Claro, yo había imaginado a mi niña vistiendo su camiseta, con su cuellito bien abrigado, y agradeciéndome con una amplia sonrisa por protegerle del cruel frío invernal. Sin embargo, no había considerado el penoso proceso que tal fin implicaba.

Así es como inicié mi nueva aventura como aprendiz de padre. Y esta primera anécdota reveló cuán preparado estaba para asumir mi nuevo rol. Una avalancha de nuevas experiencias se precipitó sobre mi existencia. Ninguna descripción escrita reflejaría adecuadamente mis vivencias como nuevo papá al cambiar por primera vez el pañal de mi hijita, al cubrir su diminuto cuerpito con ropas de muñeca, al tratar de sosegarle mientras llora desconsoladamente y yo me encuentro desconcertado, incapaz de descifrar la fuente de su dolor, a la vez que con considerable impotencia intento animar a mi esposa que solloza sin razón aparente mientras se recupera del extenuante parto….

¿Cómo puede uno estar preparado para ser papá? Todo el proceso esta hábilmente diseñado por el Creador para morir en el intento o rendirme en humildad delante de Él, clamando por gracia cuando la debilidad hace presa de mi humanidad. Es en estos momentos que la inagotable gracia divina que proviene de la fuente de agua viva fluye con poder para saciar al sediento y dar fuerzas al cansado. Bajo estas circunstancias el poder de Dios se perfecciona en la debilidad del hombre y le permite alzar vuelo como con alas de águila.

Es esa gracia que me permite contemplar maravillado a mi bebé cuando finalmente cae rendida de cansancio y duerme apaciblemente en mis brazos; gracia que me abre los ojos para admirar cuán privilegiado y bendecido soy de tener dos princesitas en mi propia casa, las cuales me han sido otorgadas inmerecidamente; gracia que me dio el honor de ser padre para comprender mejor el amor de Dios mi Padre. ¡Mi corazón reboza de gratitud a mi Señor por aún otro regalo más de su misericordia incomprensible!

sábado, febrero 09, 2008

¡Annita ya tiene un mes!

Annita cumplió su primer mes el 31 de Enero. Compartimos con ustedes estas fotos de sus primeras semanas.

martes, enero 01, 2008

Cerrando el 2007

El fin de año vino con una gran sucesión de maravillosos eventos. El 30 de Diciembre pasado, Caryn y yo nos casamos en Bolivia, así que celebramos nuestro primer aniversario de matrimonio con una cena romántica sólo los dos por última vez, ya que Annita decidió nacer el último día del año. ¡Qué gran regalo!



Caryn hizo un trabajo estupendo y atravesó todo el proceso valientemente. Desde el sábado en la mañana ella empezó a sentir suaves contracciones, pero no fue hasta el lunes en la mañana que éstas se tornaron más fuertes y frecuentes. Fue admitida en el hospital a las 10 AM, con 2 cm. de dilatación. Luego tuvo varias horas de ardua labor antes de llegar a la última etapa de pujar, que fue relativamente corta. Mientras ella trabajaba duro, el emocionado futuro papá sacaba fotos de todo ángulo. Anna Carolina nació a las 4:51 PM, pesó 6 libras 10 onzas (como 3 Kg) y midió alrededor de 52 cm. La bebé está muy bien, la mamá está casi completamente recuperada, y el papá no se cambia por nadie.

Celebrando Navidad - 25 de Diciembre

Esta es la primera Navidad que celebro con mi amada Caryn. Es difícil creer que ya ha pasado casi un año desde que nos casamos y que en apenas unos días nuestro primer retoño de amor nacerá. Como familia nos esperan años llenos de emoción, mientras vemos crecer a nuestros hijos y construimos con gozo nuestras propias tradiciones navideñas, combinando y fusionando viejas costumbres familiares y añadiendo nuevas a la composición.

Así es como celebramos el 25 de Diciembre, nuestra primera Navidad. Empezamos nuestra mañana cantando una alabanza navideña, recordando el nacimiento de nuestro Salvador, Jesucristo. Luego, leímos el pasaje bíblico de Mateo 1:17-25, intercalando los versos en inglés y español, para que Annita pudiera escuchar en los dos idiomas. En el pasaje un ángel del Señor le habla en sueños a José sobre el niño que el Espíritu Santo había engendrado en María y le dice (v. 21): “dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados”. Entonces contamos a Annita cómo el Señor había tenido misericordia de sus papás y se había revelado a ellos, salvándoles de sus pecados y le dije que mi oración más persistente por ella es que un día Jesús se revele a su vida y ella le conozca y le acepte. Luego rememoramos los regalos que recibimos de Dios en el último año: nuestro casamiento, la concepción de nuestra hijita, provisión económica, un nuevo grupo pequeño en la iglesia y nuevas relaciones, para citar sólo algunos. Nuestros corazones se llenaron de gratitud y esperanza renovada. Entonces abrimos regalos después de un delicioso desayuno navideño preparado por mi esposita. ¡Qué gran tiempo de celebración!